La incertidumbre ante saber qué hacer si saliste positivo a COVID-19 está a la orden del día, en especial por la situación ante el aumento de número de contagios en México por la variante Ómicron que ha sacudido a familias, empresas, y distintos giros de negocio (reduciendo de nuevo el número de aforo).
También, muchas personas pueden estar viviendo la paranoia y el miedo de sentir que quizá ya estén contagiados al presentar síntomas con estornudos, dolores de cabeza, cansancio, y más.
Esto se ha convertido en una secuencia interminable, tanto de pensar que uno puede estar infectado de COVID-19, como de realizarse pruebas de antígenos (que pega directamente al bolsillo). Y debo confesar que desde que inició la pandemia, yo también fui una de esas personas que se preocupaba ante cualquier síntoma presentado; y eso que soy médico.
Con esto último, quiero llegar al punto de que, existe algo que se llama “somatización” que no es más que un simple proceso que define ‘la aparición y la manifestación de síntomas físicos (reales), pero es solo de un malestar psicológico.
Esta somatización se atribuye (normalmente), a la ansiedad o a la preocupación que puede originar la existencia de una enfermedad grave, en este caso, un virus, o una pandemia (como la que enfrentamos actualmente).
La clave está en que, ante cualquier síntoma real, se busque la atención médica en línea como opción (en caso de que la persona no quiera salir), o agendar una cita ya sea en consultorio, o prueba diagnóstica. Pero, todo esto es algo que ya sabemos; si se presenta un síntoma, saldrás de dudas mediante una prueba de antígenos.
Es importante destacar que, las pruebas de antígenos han beneficiado a la salud pública en la pandemia debido a que una de sus principales ventajas, es la rapidez con la que se obtienen los resultados, en cosa de minutos.
¿Qué debo hacer si tengo COVID-19?
Llevamos dos años bajo esta nueva realidad, que en un principio fue una amenaza debido a la forma en la que se manejó, porque no existía una vacuna contra ella, y porque se desconocía todo respecto a esta enfermedad.
Pero, en pleno inicio de un nuevo año, es importante hablar de esto porque aunque parezca increíble, mucha gente aún no se ha contagiado, o se ha infectado por primera vez (sí, incluso después de dos años).
Ya se sabe que desde el momento en el que una persona recibe la confirmación de que es positivo a COVID-19, el aislamiento es el primer paso, e inmediato. Esto es recomendado por lo menos 10 días. Además, es importante notificar de esto a todas las personas con las que estuviste en contacto, sobretodo si eres una persona que va a trabajar a una oficina (en su normalidad) o bajo el esquema híbrido que se ha adoptado a raíz de esto.
Considera que, los departamentos de salud afirman que una persona es contagiosa desde 2 días antes de que comienzan los síntomas y hasta 10 días después de que estos iniciaron. En caso de que estés positivo, pero no tengas síntomas, se puede considerar que eres una persona contagiosa a partir de 2 días antes de hacerte la prueba y hasta 10 días después de ser recolectada.
¿Cuáles son las recomendaciones a seguir?
1. Quédate en casa, excepto para recibir atención médica.
Cualquier persona con COVID-19 podrá recuperarse en casa, a menos que se agraven los síntomas y requiera de atención médica. Como ya lo mencionamos, el aislamiento es esencial y no solo para tu recuperación, también para no contagiar a otras personas.
Una opción para buscar atención médica sin salir de casa, es nuestra app, Medicato; la solución de telemedicina que te conectará con la mejor red médica, lista para brindarte respuestas, diagnóstico, y seguimiento a esas dudas de salud.
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2. El aislamiento implica apartarte, incluso dentro de casa
Si vives con una o más personas, lo recomendable será que te apartes de ellos para estar en una habitación donde puedas estar durante los días recomendados. Además, será fundamental que tengas un baño exclusivo para ti, y si tienes que salir de tu habitación, el uso de cubrebocas es prácticamente obligatorio.
Otras recomendaciones son:
- El uso de gel antibacterial si sales de tu habitación.
- No compartir cubiertos.
- Limpiar las superficies de contacto constante de forma diaria.
- Separar tu ropa para lavarla de forma independiente.
- Cúbrete al toser o estornudar.
- Desecha los pañuelos en un bote con tapa y lava tus manos inmediatamente.
- Lavar tus manos frecuentemente y durante 20 segundos.
- Se recomienda cortar los cubrebocas/mascarillas antes de tirarlos a la basura.
Durante esos días de aislamiento, también debes vigilar tus síntomas y cuidar que estos no empeoren. Si empiezas a presentar síntomas como dificultad para respirar, dolor en el pecho, confusión o incapacidad para despertar, labios o cara azulada, debes buscar atención médica de inmediato.
También, en caso de que llegarás a realizarte una prueba, pero esta diera un resultado negativo pero estás presentando síntomas de COVID-19 o de cualquiera de sus variantes como la Delta o la Omicrón, lo que se recomienda es hacerte una segunda prueba, pero esta vez, los expertos recomiendan que sea una prueba PCR.
Seguir todas las recomendaciones de higiene y distanciamiento social son clave para evitar riesgos de contraer COVID-19
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