Cada dos minutos, alguien tiene un ataque cardíaco en México, y según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), En nuestro país ocurren entre 250 000 y 280 000 infartos al año, y se estima que entre las principales causas de muerte están las enfermedades del corazón (20.8%), seguidas por el COVID-19 (15.9%), y la diabetes (14.6%).
Y no solo en México, por ejemplo, tan solo en los Estados Unidos, las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte, seguida por los derrames cerebrales. Con esto queremos decir que las enfermedades del corazón son responsables de casi tres cuartas partes de todas las muertes en el mundo, tomando la vida de más de 40 millones de personas cada año.
En México ocurren casi 32 infartos por hora, o uno cada dos minutos, pero la buena noticia es que la mayoría de los infartos se pueden prevenir. Pero antes de entrar en detalles, hablamos de qué es una enfermedad del corazón.
Es importante aclarar que más que una enfermedad, se trata de una condición, provocada por distintas razones que afectan la salud del corazón y su funcionamiento; desde padecimientos congénitos hasta por malos hábitos y un pésimo estilo de vida.
Por ejemplo, un ataque al corazón, se produce cuando se bloquea el flujo de sangre que va al corazón. Esto puede ser causado por acumulación de grasa, colesterol u otras sustancias que forman una placa en las arterias que alimentan el corazón, en las denominadas arterias coronarias.
Las personas pueden saber si están en riesgo de tener problemas con sus arterias coronarias mediante un análisis de sangre. Lo recomendable es que las personas tengan un nivel menor a 130 mg/dL de colesterol LDL o colesterol ‘malo’.
Aunque algunos síntomas pueden ser transitorios, es decir, que pueden ir y venir, en general los síntomas de un ataque al corazón pueden empeorar a lo largo del tiempo.
Algunos de los síntomas de un ataque al corazón son los siguientes:
Aunque no siempre es posible prevenir una enfermedad del corazón, si se pueden disminuir los riesgos de padecerlo al mantener la presión y niveles de colesterol. No fumar, no tener sobrepeso, dormir entre 7 a 8 horas, además de revisar tu presión sanguínea una vez al año con tu médico, podrían ayudarte a tener una buena salud del corazón.
1. Dejar de fumar
Si fumas, lo mejor será dejarlo. Para muchas personas que ya están acostumbradas a fumar será muy difícil, pero ya mucho se hablado de los riesgos que conlleva para la salud, y fumar solo podría terminar de comprometer la salud de tu corazón.
2. Mejores elecciones alimenticias
Lo que comes (y sus cantidades) podría afectar otros factores que terminarán por conllevar un riesgo mayor de sufrir una enfermedad del corazón, así que una dieta saludable será una de las mejores armas que cualquier persona tendrá no solo para cuidar su peso, sino para combatir las enfermedades cardiovasculares. Es importante cuidar tu peso porque la obesidad aumenta el riesgo de colesterol alto, hipertensión arterial y resistencia a la insulina.
Las mejores elecciones alimenticias serán aquellas que incluyan alimentos ricos en nutrientes, con vitaminas, minerales, y fibra. De la misma forma, llevar una dieta en la que consumas muchas verduras, frutas y cereales integrales, proteínas magras, así como legumbres y frutos secos te ayudará a mantener tu peso y una buena salud.
Recuerda que evitar el consumo en exceso de refrescos, frituras, y alimentos procesados podría ser perjudicial. También, una buena alimentación debe combinarse con ejercicio y descanso óptimo.
3. Realizar actividad física a diario
Las investigaciones demuestran que realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada pueden ayudar a reducir la presión arterial, reducir el colesterol y mantener el peso en un nivel saludable.
Si no haces ejercicio, debes empezar poco a poco, incluso unos minutos (que no sean los 150 minutos) pueden aportar beneficios para la salud. Salir a caminar, trotar, practicar natación, o buscar alternativas como el yoga pueden ser opciones ideales para que empieces a realizar actividad física.
4. Reducir el estrés
En algunos estudios se ha observado una relación entre el riesgo de enfermedad coronaria y el estrés en la vida de una persona que puede influir en los factores de riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Por ejemplo, las personas que más padecen estrés pueden comer en exceso, o abusar del consumo del tábaco.
Recuerda que cuidar la salud de tu corazón mediante buenos hábitos será la mejor prevención. También, si lo que deseas es prevenir un infarto cardíaco lo más recomendable será mantenerte en contacto con tu médico.
Si tienes algún síntoma que te preocupa y que puede hacerte pensar que está comprometiendo la salud de tu corazón, puedes tomarte un break para conectarte a través de Medicato.
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