Para muchas personas, consumir alimentos envasados como sopas, salsas, pizzas, hamburguesas, o comidas congeladas (varias), resulta muy práctico y conveniente ya que su preparación es rápida.
Para muchas personas el que estos alimentos se encuentren con facilidad en pasillos y congeladores de supermercados puede ahorrarles tiempo de preparación de alimentos, pero, aunque sí, es muy práctico y rápido, recientes estudios señalan que podría ser perjudicial para la salud.
Aunado esto, un nuevo estudio presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer de 2022 en San Diego reveló que la ingesta del 20% del consumo de los alimentos ultraprocesados puede perjudicar al deterioro cognitivo general, incluidas las áreas del cerebro implicadas en el funcionamiento ejecutivo, es decir, la capacidad de procesar información y la toma de decisiones.
De hecho, México se encuentra en tercer puesto de los países que consumen más alimentos ultraprocesados, y se estima que los mexicanos hemos triplicado las compras de estos productos entre 1984 a 2016, lo cual es alarmante ya que su consumo habitual se ha asociado con diversos desenlaces negativos en la salud.
Por ejemplo, en niños su consumo se ha asociado a dislipidemias, en adolescentes con riesgo de síndrome metabólico y en adultos con sobrepeso, obesidad, diabetes, cáncer y consecuentemente la muerte derivada de enfermedades crónico degenerativas asociadas a la alimentación.
De hecho, algunos otros estudios complementan esta información y han confirmado que el consumo de estos alimentos también puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como:
Todos estos estudios solo han confirmado que además de afectar la salud, afectan la salud cognitiva, y esto se debe a que causan inflamación, lo que puede afectar los neurotransmisores en el cerebro. También, los alimentos procesados también operan a nivel micro con miles y miles de millones de células bacterianas que (perjudican) el funcionamiento.
Dentro de la lista de alimentos considerados como ultraprocesados también se encuentran los que contienen saborizantes, colorantes u otros aditivos. Aquí también se incluye el pan, las galletas saladas, galletas, refrigerios fritos, queso crema, helados, dulces, refrescos y hot dogs.
También, vale la pena mencionar que los alimentos ultraprocesados se refiere a los productos comestibles que son preparados de manera industrial a partir de sustancias derivadas de otros alimentos, es decir, que estos no tienen ningún alimento completo, sino largas listas de ingredientes como la hidrogenación o fritura de los aceites, la hidrólisis de las proteínas o la refinación y extrusión de harinas o cereales.
Así que ahora que ya conoces esto, piénsalo muy bien antes de elegir cualquiera de estos alimentos porque tú salud cognitiva puede estar de por medio.
Por ello, es importante tomar decisiones saludables, ya que se ha demostrado que medidas simples relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir el daño a la salud cognitiva o a padecer enfermedades como la diabetes de tipo 2.
Además de dormir de 6 a 8 horas, mantenerte activo con ejercicio de 30 a 45 minutos, recuerda que debes seguir una buena alimentación pues nuestros cuerpos necesitan consumir proteínas de calidad como carne, pollo, huevos, así como verduras y frutas de calidad con los nutrientes necesarios para mantener nuestro peso saludable, por lo tanto, el consumo de ultraprocesados no debe estar dentro de tu ingesta calórica.
De la misma forma, algunos expertos en nutrición recomiendan que la gente se de el tiempo de preparar sus alimentos, así como de investigar sobre la calidad y las calorías de los alimentos que se incluyen en tu carrito del supermercado.
Por lo tanto, si debes proteger tu peso, tu corazón, y tu cerebro para prevenir enfermedades como la demencia o el alzhéimer, el mensaje es evitar el consumo de alimentos ultraprocesados.
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