Quizá nunca lo imaginaste, pero resulta que el aburrimiento puede ser un estado mental peligroso y perturbador que afecta la salud. En realidad, aunque suene exagerado, algunas investigaciones afirmar que estar aburrido (a) puede reducir hasta tu expectativa de vida.
De acuerdo con el psicólogo John Eastwood, el aburrimiento es un estado que afecta la salud, y se relaciona con la dificultad para poner atención a un objetivo o acción. Es una condición va más allá del concepto de “perder el tiempo” o “ser floja (o)”.
“El aburrimiento es un estado de ánimo desagradable que te impide conectarte con una actividad satisfactoria, y surge de fallas en las redes de atención del cerebro”, señala Eastwood, coautor del libro The unengaged mind y cuyo estudio fue publicado en Perspectives on Psychological Science.
Y aunque muchas personas que estén leyendo este artículo afirmen que el aburrimiento es parte de la existencia cotidiana, también es cierto que es una emoción frustrante y al mismo tiempo desagradable; surge ante circunstancias carentes de estímulos y está ligada a baja actividad fisiológica, falta de interés y dificultad para concentrarse.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el aburrimiento emerge ante la percepción de la falta de fenómenos interesantes para ver, oír o hacer (ya sea física o intelectualmente).
Cuando una persona está aburrida, es porque no hay un estímulo que sirva para satisfacer el deseo de actividad o un deseo de concentrarse específicamente en hacer algo como leer, escribir, ver una serie de tv, o simplemente, salir a caminar.
El aburrimiento se manifiesta regularmente con conductas pasivas, expresiones de cansancio, bostezos, fatiga, somnolencia e indiferencia y la percepción de que el tiempo transcurre lentamente. También, propicia la distracción y la falta de atención en algo.
El aburrimiento también se refleja en una postura de cuerpo encorvado, con la barbilla sobre la palma de la mano de un brazo que a su vez se apoya sobre otra superficie. Asimismo, se acompaña de expresiones faciales de apatía o desagrado, un tono de voz monótono y el deseo o impulso por cambiar de circunstancia.
En realidad, no es malo estar aburrido, pero si llevarlo al extremo
Quién diga que nunca se ha aburrido está diciendo mentiras. ¿Por qué? porque como ya lo mencionamos, es algo así como un ‘estado emocional’, pero también es cierto que puede funcionar como un estímulo para motivar a una persona a hacer un mejor uso de su tiempo y llevarlo a la búsqueda de nuevos objetivos y actividades.
Dicho de otra forma, el aburrimiento despierta el interés por vivir nuevas experiencias, de aprender, de desarrollar habilidades y competencias que le resulten benéficas en un momento determinado.
El aburrimiento puede llegar a afectar tu salud cuando empiezas a padecerlo de forma crónica. Aquí es cuando se convierte en un estado mental peligroso que puede dañar tu salud. Las adicciones son ejemplo de ello.
Una persona que esté aburrida puede llegar a caer en los peligros del abuso de sustancias, de medicamentos, de comida, pero también puede llegar a caer en una ‘vigorexia’.
En el entorno laboral, el aburrimiento crónico puede convertirse en lo que se conoce como síndrome de burnout, que es una condición relacionada con el agotamiento por exceso de trabajo y con un desinterés que puede desencadenar depresión y baja autoestima.
Algunos estudios han señalado que a veces, hay jefes de departamento que desean deshacerse de un trabajador sin incurrir en el costo de un despido, y empiezan a pedir que hagan actividades que son tediosas, aburridas y poco estimulantes. Esto solo terminará por hacer que la persona decida renunciar.
Quizá aburrirse suene como algo muy cotidiano, pero también puede ser síntoma de que muchas personas pueden estar padeciendo una profunda depresión o atravesando una crisis existencial.
Si te sientes aburrido, quizás sea un buen momento para revaluar tu vida y tus objetivos… y repensar qué quieres decir exactamente cuando dices que estás así.