Así como nos aseguramos de tener listos los útiles escolares y los uniformes de nuestros hijos todos los días, también hay que revisar muy bien su alimentación. Esto es básico porque los ayudará a tener la energía y nutrientes que necesitan para sacar el máximo provecho tanto en sus clases dentro del aula, como actividades específicas.
Y al hablar de alimentación, queremos hablar específicamente del lunch o snack que les ponemos para ingerir durante sus recesos. Este lunch será el alimento que los llenará de energía y les permitirá continuar con sus actividades.
No se trata de ponerles en la mochila lo primero que encuentres, o alimentos chatarra que pueden ser las opciones más prácticas y sencillas, sino de pensar muy bien en lo que se les va a poner para comer.
Aunque es algo muy sencillo y básico, el lunch debe de ser algo planeado ya que su principal función es ayudar a que el niño mantenga un buen nivel de energía durante todo el día, pero sin interferir con el hambre para las tres comidas principales, porque este en ningún momento reemplazará al desayuno o comida, sino que lo complementará.
Está científicamente comprobado que incluir colaciones o snacks, ayudará a mantener activo el metabolismo, a que el cuerpo conserve su energía, y a evitar las sensación de hambre y saciedad.
Toma en cuenta que un niño siempre está activo y en constante movimiento, por lo tanto, dichas actividades demandan que tenga las suficientes calorías para lograrlo.
También, considera que los niños tienen un estómago más pequeño que el de un adulto, así que lo peor que podrás hacer será saturarlos de comida. Lo que tu hijo necesita son porciones pequeñas de alimentos, pero en forma frecuente; es muy difícil que a un niño le baste con el desayuno, comida y cena, por eso es que existe el lunch y la colación por la tarde.
¿Qué lleva un lunch saludable?
Para que un lunch saludable sea el ideal de acuerdo al tipo de alimentación necesita incluir lo siguiente:
1. Planeación
La clave está en la planeación previa; dedícale 15 minutos el fin de semana para decidir, no sólo las opciones de desayuno sino del ‘lunch’.
Te recomendamos platicar con tus hijos para saber que les gusta y que no. Asegúrate de ofrecerles una variedad de opciones saludables, esto tiene muchas ventajas, ya que por un lado es un buen momento para hablar con ellos sobre la importancia de una buena alimentación.
2. Balance de alimentos
Recuérdales a tus hijos sobre la importancia de alimentarse correctamente con verduras y/o frutas, cereales, leguminosas o proteínas.
Una recomendación para hacer que la preparación de un ‘lunch’ más sano sea mucho más fácil, será dejar preparadas algunas cosas desde la noche anterior para que no andes con las prisas.
3. Porciones adecuadas
El estómago de los niños es pequeño, por lo que es recomendable poner las porciones pequeñas de los alimentos recomendados (frutas, verduras, granos, proteínas).
Toma en cuenta la etapa de desarrollo por la que estén pasando, ya que la cantidad que necesita un niño en preescolar, no es la misma que necesita un niño/niña en primaria o secundaria. Idealmente se debe comer cada 3 a 4 horas, es decir desayuno, merienda a media mañana, almuerzo, merienda a media tarde y cena.
4. Beber agua
Mantener a tus hijos bien hidratados es igual de importante que la comida que les sirvas en el plato. Aunque la bebida ideal es el agua natural, puedes optar por preparar bebidas con fruta de la temporada, con poca azúcar o edulcorantes naturales.
5. Házlo visualmente divertido y delicioso
Muchos niños piensan que los alimentos nutritivos no son agradables, por lo que si logras hacer de lo nutritivo algo visualmente divertido pero delicioso, será mucho más fácil mantenerlos bien alimentados.
6. Olvídate de “premiar/castigar” con comida
Hacer pensar al niño que el postre es un premio y que las verduras son un castigo es un error habitual. Recordemos que no hay alimentos buenos o malos, solo se trata de que tus hijos empiecen a adoptar buenos hábitos de alimentación.
Si quieres que tus hijos lleven una alimentación balanceada y aprendan a elegir alimentos ricos tanto en vitaminas, como en minerales o fibra, debes elegir como: