Debido a que la gente está en confinamiento, la pandemia ha reducido las emisiones globales de carbono en un 17%, así lo señalan algunos investigadores.
Y a pesar de que estas son buenas noticias, es probable que esto no dure.
"El confinamiento de la población ha conducido a unos cambios drásticos en el uso de la energía y en las emisiones de CO2".
"Pero es probable que estas reducciones extremas sean temporales, ya que no reflejan cambios estructurales en la economía, el transporte ni los sistemas de energía", comentó la autora principal del estudio, Corinne Le Quéré, de la Universidad de East Anglia en Norwich, Inglaterra.
En todo el mundo, las emisiones se redujeron en un 17%, equivalente a 17 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, durante el pico de las medidas de confinamiento por la pandemia a principios de abril, en comparación con los niveles diarios promedio en 2019, encontraron los investigadores.
La última vez que las emisiones diarias de dióxido de carbono fueron tan bajas fue en 2006, según el equipo internacional de científicos.
En los países individuales, las emisiones se redujeron en un promedio de un 26 por ciento durante el pico de sus medidas de confinamiento.
Las emisiones de los coches y otros tipos de "transporte terrestre" conformaron casi la mitad (un 43 por ciento) de la reducción en las emisiones globales.
Esto ocurrió durante el pico del confinamiento el 7 de abril, mientras que las emisiones de las plantas industriales y eléctricas, en conjunto, conformaron un 43% más de la reducción, encontró el estudio.
Los aviones conformaron un 10% de la reducción en las emisiones durante la pandemia.
Solo hubo un ligero aumento en las emisiones de los edificios residenciales, dado que muchas personas trabajaron desde casa, según los investigadores.
"La medida en que los líderes mundiales toman en cuenta el cambio climático al planificar sus respuestas económicas posteriores a la COVID-19 influirá en las vías de las emisiones globales de CO2 en las próximas décadas", aseguró Le Quéré en un comunicado de prensa de la universidad.
Dijo que existen oportunidades de realizar cambios reales y duraderos y de ser más resilientes en crisis futuras. ¿Cómo? "Al implementar paquetes de estímulo económico que también ayuden a cumplir los objetivos climáticos, sobre todo en cuanto a la movilidad, que conforma la mitad de la reducción en las emisiones durante el confinamiento", comentó Le Quéré.
"Por ejemplo, en las ciudades y suburbios, respaldar los desplazamientos a pie y en bicicleta, y la adopción de las bicicletas eléctricas, es mucho más barato y mejor para el bienestar y la calidad del aire que construir carreteras, y preserva el distanciamiento social", explicó.
Los paquetes de estímulo financiero tras la pandemia no deben aumentar las emisiones de carbono al retrasar las nuevas iniciativas ecológicas o debilitar los estándares de las emisiones, advirtieron Le Quéré y sus colaboradores.
El estudio aparece en la edición del 19 de mayo de la revista Nature Climate Change.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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